Que el Joker (o, en castellano, Guasón) haya cobrado tanto protagonismo en nuestra época, sólo puede sorprender inicialmente. Basta con ponérselo a pensar un poco para advertir con nitidez el por qué de tan singular relevancia… Desde luego, análogas consideraciones pueden hacerse en torno a la ostensible agudización que, con el correr de los años, este extraño personaje ha experimentado en sus características de personalidad fundamentales. Ciertamente, a lo largo del tiempo, el Joker ha incrementado exponencialmente su patetismo, su vileza y, sobre todo, su maldad…
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