En su famosa obra “El Príncipe”, MAQUIAVELO aconsejaba a los gobernantes que se esmeraran en aparentar virtud moral y piedad religiosa. Ampliando los alcances del postulado, podríamos decir que, a los efectos de mantener su posición, los gobernantes necesitan, entre otros recaudos, mostrarse públicamente de acuerdo con los valores éticos y estéticos imperantes en sus respectivos contextos sociales.
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