Las potencias demoníacas son agentes de la nada. Son fuerzas que, enemistadas con el Ser (es decir, con DIOS), impulsan y conducen a la destrucción de los seres. Por ello, confunden y disuelven, corrompen y descomponen. Estas son, resumidamente, las operaciones
básicas del accionar demoníaco entre los seres.